También en este apartado estáis invitados a participar. En esta ocasión tras realizar la última sesión de Filosofía para niños debíais reflexionar y argumentar vuestra opinión en el diario de sesiones sobre el tema tratado. Aquí os dejo la contribución de Elena
LA BÚSQUEDA DEL TESORO
Nos
pasamos la vida buscando la felicidad, tan escurridiza, tan codiciada
y tan fácil de perder, pues nadie sabe decir con exactitud en que
consiste.
En
mi opinión es un estado más o menos constante, es cierto que es
imposible estar siempre alegre, pero podemos definir la felicidad con
un bienestar asociado a nuestro entorno, aunque a veces se vea
perturbado por distintas circunstancias, sentirse bien con lo que uno
hace y con la ayuda que le puede ofrecer al resto puede llevarnos a
este bien tan codiciado. También es verdad que no todo el mundo se
siente bien de la misma forma, para unas personas la felicidad son
las cosas materiales, para otras, momentos de euforia o quizás
simplemente dormir y comer lo que quiera, pero todos la queremos.
Debería
añadirse a esto la actitud de cada uno con respecto a la vida, es
decir, tenemos poder sobre nuestras emociones, así que podemos
influir en ellas para ser felices y disfrutar de hasta las cosas más
pequeñas, una puesta de sol, un abrazo de tus seres queridos o unas
risas con tus amigos, pero hay mucha gente que a pesar de tenerlo
todo no es capaz de sentirse totalmente bien con su vida, lo que es
uno de los grandes problemas de nuestra sociedad.
Hoy
en día lo tenemos prácticamente todo, y aún así nos marcamos cada
vez metas más inalcanzables que nos frustran y nos hacen tropezar
una y otra vez, cuando hace unos años la gente era feliz con mucho
menos. ¿Nos impulsa la sociedad hasta metas que nos obligan a estar
frustrados? ¿Somos nosotros los culpables de nuestra propia
infelicidad?
Las
revistas, las series y películas, nos enseñan familias idealizadas,
casas llenas de lujos que no necesitamos, pandillas de amigos sin
ningún problema, cánones de belleza imposibles y todos tienen en
común una felicidad inagotable, o al menos al final, pero debemos
aceptar que eso no es una realidad, si no una ficción y que en el
mundo real hay muchas piedras con las que tropezar, tenemos que
aprender a levantarnos o a hacernos amigos de ese tropiezo, porque la
imperfección es parte de nosotros, los retos son parte de nuestra
vida y superarlos nos ayuda a encontrar nuestra codiciada felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aquí tu reflexión: atrévete a pensar, atrévete a escribir